¿La Carrera Deportiva o la Carrera Vocacional?

Cuando el tiempo no alcanza para hacer lo que te gusta

¿La Carrera Deportiva o la Carrera Vocacional?

Ésta es la pregunta que muchos estudiantes que practican deporte se hacen en algún minuto, principalmente porque el tiempo no alcanza para realizar dos actividades y tienen que optar por una de las dos, aunque ambas les apasionen.

Por Elizabeth González Rojas.
ely.gonzalezrojas@gmail.com

Valentina de Petris (21) está en cuarto año de medicina y es la capitana de la selección de fútbol damas de esta carrera. Asegura que sólo integra el equipo de su carrera, debido a que por tiempo sería incompatible pertenecer a la selección de la UC.

“Aunque seamos la selección de una carrera, nos tomamos el deporte en serio y con mucho profesionalismo. Entrenamos todos los viernes entre las 18:30 y las 21:00 hrs. Además, este semestre hemos jugado una liga en la Universidad de Los Andes los días sábados en la mañana. Es difícil después de toda una semana de U. irse directo después de clases a entrenar, pero ayuda muchísimo a liberar tensiones y es muy entretenido el trabajo en equipo”, declara.

Según Valentina, la principal dificultad de ser capitana es “que es una responsabilidad enorme, una es el pilar de su equipo y es la que lleva el pandero, no puedes flaquear nunca, no te puede dar lata ir a entrenar y tienes que transmitir motivación siempre, pase lo que pase, además que entre pruebas y tareas hay que ser capaz de coordinar todo”.

Señala que aún no ha pensado en retirarse, porque hasta este momento ha podido organizar su tiempo y que después de egresar de medicina, “además de seguir en la selección, me encantaría seguir participando en ligas y siempre entrenando. Creo que el deporte en equipo es la manera más grata posible de hacer ejercicio, hace increíble para el cuerpo y el espíritu, y la competencia es una experiencia que no se puede adquirir en otro lado, porque se es parte de algo más grande, que potencia nuestras habilidades personales y nos deja un aprendizaje como seres humanos”.

Stephanie Elías (20) cursa cuarto año de periodismo e integra la selección de tenis de la UC, por lo que tiene el beneficio académico de tomar los ramos que quiera, lo que le permite organizar sus horarios más eficientemente.

Asegura que “según mi experiencia la excusa de ‘no tengo tiempo para hacer deporte’ es mito. A mí el deporte me ordena, me deja con otra energía; si no hiciera deporte gastaría esas tres horas en que entreno, en Facebook o viendo tele. La verdad es que siempre he hecho las dos cosas, así es que no sé cómo se compatibiliza, ya que nunca no lo he compatibilizado”.

Carolina Appelgren (25) está en quinto año de química y farmacia, y es seleccionada de aeróbica de la UC. Señala que uno de los principales beneficios académicos que obtienen los seleccionados es una nota de evaluación que se suma a sus promedios finales de cada semestre y que siempre son excelentes.

Por otra parte, las dificultades se presentan “cuando se necesita más tiempo para estudiar, por lo que en estos casos una privilegia primero lo académico y después el deporte, aunque en su mayor parte se logra adecuar el tiempo para cada cosa. Otra dificultad es cuando hay competencia y justo coincide con alguna evaluación o asistencia obligatoria a algún ramo, por lo que se debe pedir permiso a través de un certificado, para ver la posibilidad de evaluar en otra fecha”.

Carolina reflexiona acerca de lo que hará después de egresar de su carrera y asegura que “es muy difícil continuar en este deporte, sobre todo cuando se entra al mundo laboral, en que se tiene menos tiempo para realizar deporte. Lo único que sé es que nunca dejaré de practicar deporte, sea cual sea, ya que ha sido parte esencial en mi vida”.

Daniela Armijo es estudiante de cuarto año de medicina y es ex seleccionada de atletismo de la UC. Se retiró de la selección de la universidad “principalmente por tiempo, ya que el horario de medicina es muy rígido, la malla es poco flexible y no se puede modificar para darle algo de prioridad al deporte. Además, con el paso de los años se hace más intenso el estudio y las horas que hay que dedicarle a éste. Por esto, es muy difícil ser un deportista destacado de alto rendimiento y mantenerse a nivel competitivo durante la carrera, y al mismo tiempo cumplir con la malla académica al 100%”.

En la actualidad, Daniela integra la selección de su carrera y compite representando a su escuela en los JIM (Juegos Interescuelas de Medicina), que son organizados por una universidad diferente cada año.

Daniela aconseja que “la clave consiste en organizar bien el tiempo de estudio con anticipación, programarse y ser muy responsable para rendir el máximo en ambas cosas.  Muchas veces el costo es alto, porque implica dejar de lado cosas que te gustaría hacer, pero finalmente son compensadas con los logros obtenidos y la satisfacción de estar haciendo lo que te apasiona”.

Magdalena Jiménez (25) cursa quinto año de medicina y es ex seleccionada de fútbol de su carrera. Tuvo que tomar la decisión de retirarse de la selección «porque muchas veces los horarios de entrenamiento no eran los más compatibles, por topes de horario con clases y actividades obligatorias, y porque efectivamente hay una alta demanda de estudio».

Afirma que «inicialmente una puede ajustar su propio horario y estudiar en otros minutos, pero cuando realmente ya empieza a calzar con horarios de clases y actividades obligatorias, es prácticamente imposible».

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